Cuidados y Mantenimiento de la Piedra
MANTENIMIENTO DE LA PIEDRA
La piedra es como la piel, necesita una limpieza y un control y mantenimiento para mantener toda su belleza.
Existen tratamientos para limpiar, prevenir, embellecer, conservar y restaurar, incluso efectos como obtener apariencia de mojado o envejecerlo.
La limpieza diaria (suciedad normal) en interiores se puede hacer con jabón neutro diluido en agua, debe tratarse de productos suaves, ni ácidos ni alcalinos, su uso continuado contribuye a mantener el brillo inicial.

La limpieza llamada de fin de obra, eliminación de antiguas capas de cera, es decir, la suciedad incrustada, requiere de detergentes, decapantes o quitaceras para mayor eficacia.
En cuanto a las manchas, es importante saber cual es el motivo de la mancha para buscar la mejor solución, tienen un tiempo de aplicación y desaparecen cuando se retira el producto (en caso de pastas) o al entrar en contacto con el líquido disuelto en el agua de limpieza.
Las manchas de óxido, aceite, vino o café pueden ser eliminadas con mayor o menor eficacia según la naturaleza de la piedra.
En exteriores, la piedra está expuesta a frío intenso, heladas, humedad, contaminación, que pueden provocar manchas, eflorescencias, musgo, moho, líquenes y suciedad extrema si no se efectúa un mantenimiento.
Muchos de estos problemas tienen solución en el mercado, algunos son polivalentes, por ejemplo, sirven para manchas y moho y además sirven para proteger de estos problemas.
Un caso especial son las pintadas, del que existen dos tratamientos, el preventivo, proporcionando una película que facilita la limpieza de posibles pintadas, y el específico contra pintadas ya realizadas, incluso por medios mecánicos o chorro de vapor aseguran su limpieza.
Hay que resaltar que muchos de los problemas de limpieza estarían casi resueltos o al menos minimizados en gran medida si la piedra se tratara con protectores.
La porosidad de las piedras, al igual que la porosidad de cualquier material, tiende a absorber los líquidos con los que entra en contacto. Es interesante impermeabilizar las superficies contra manchas de agua o grasa mediante hidro y oleo repelentes, tanto en interiores como en exteriores.
Como productos de mantenimiento existen abrillantadores que actúan cerrando los poros, que se hacen impermeables a manchas, reavivan el color y dan brillo, se deben utilizar periódicamente.
También existen productos para resaltar el color y poner de relieve la veta de mármoles para ofrecer un aspecto envejecido, incluso ceras para mantenimiento de materiales con este aspecto y antimanchas que aumentan el tono del material ofreciendo un efecto mojado.
Cuando existe un deterioro elevado (piedras antiguas) se puede utilizar un mortero a base de roca molida y aglomerada para realizar parcheos.
Otros productos para restauración pueden ser consolidantes, generalmente para areniscas, o piedras blandas, que incluso protege contra la penetración de la humedad.